Esther Vidal, presidenta de la Associació Balear de l’Empresa Familiar (ABEF), lamenta que el Gobierno “ignore las actuaciones de los socios europeos para salir de la crisis” y anuncia que la subida de impuestos prevista en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2021 “tendrá graves consecuencias en el tejido empresarial balear”. Según Vidal, “ahora no es momento de hacer modificaciones en los gravámenes impositivos sino de apoyar a las empresas para evitar la destrucción masiva de empleo”. En la actualidad, 30.000 empresas de Baleares corren el riesgo de desaparecer, según datos de la Fundación Impulsa.
Cuando Europa se encuentra sumida en la segunda ola de la pandemia y lucha por hallar el equilibrio entre la seguridad sanitaria y la supervivencia de la economía, muchos países comunitarios, recuerda la presidenta de la ABEF, “ya están trabajando en planes de recuperación que alivien la presión fiscal, ya sea mediante la flexibilización de los plazos de pago o la reducción de la carga impositiva”.
España, sin embargo, es una excepción. “No solo no ha tomado decisiones de semejante alcance sino que, en determinados casos, ha optado por incrementar la carga fiscal para las empresas y contribuyentes. Y eso no hace más que ahondar en la situación de asfixia económica que vive nuestra comunidad, que además sigue sin ver llegar las medidas económicas y fiscales que compensen la insularidad incluidas en el REB”, asegura Vidal.
Para una comunidad que ha experimentado el mayor incremento de desempleo de un año para otro (61,5% en octubre), donde el paro ya alcanza las 81.713 personas y con una caída prevista del PIB del 20% al cierre de 2020, las medidas fiscales incluidas en el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado representan para la presidenta de la ABEF “la estocada definitiva y comprometen seriamente nuestra salida de la crisis. Mientras no se aborde la reducción de la factura fiscal y no se acometan las reformas estructurales necesarias, seguiremos asistiendo a la destrucción masiva del tejido productivo y al deterioro de las economías familiares”, añade.
Remando a contracorriente
La deriva que ha tomado España para salir de la crisis y que, según Vidal, “rescata recetas antiguas que ya se demostraron ineficaces”, choca frontalmente con la estrategia del resto de países europeos que han visto en el sector privado una potente palanca para dinamizar el crecimiento y han apostado por los estímulos fiscales para empresas y las ayudas a los sectores más estratégicos.
Mientras que en España aumenta la presión fiscal en el Impuesto sobre Sociedades al reducir las exenciones – en particular, la exención por dividendos y plusvalías de filiales del 100% al 95%–, países como Italia han optado por crear deducciones por gastos de alquiler de comercios (60%), por la adaptación del lugar de trabajo como consecuencia de la COVID-19 o por I+D. Por su parte, Francia se ha inclinado por la reducción progresiva del tipo impositivo y Alemania ha incrementado los límites temporales de determinados beneficios fiscales.
El IRPF también sube. En España, en vez de reducirse la carga fiscal para el contribuyente, se ha optado por incrementar los tipos de gravamen marginales tanto de la base imponible general como del ahorro para aquellos que más renta perciben. Este tipo de medidas no se han tomado en otros países de la UE. Incluso en el caso de Italia se ha decidido reducir la presión fiscal mediante el aumento de desgravaciones que sobre todo favorecerán a trabajadores con rentas inferiores a los 40.000€.
En cuanto al IVA, España no solo no ha tomado ninguna decisión para flexibilizar el pago de este impuesto, sino que no ha reducido el tipo de gravamen –salvo contadas excepciones–, mientras que en Italia y Reino Unido se ha permitido el aplazamiento de pagos y se han tomado medidas para estimular el consumo. Alemania, por su parte, ha querido impulsar el desarrollo de la economía reduciendo temporalmente el tipo general del 19% al 16% y el tipo reducido del 7% al 5%. Asimismo, el Reino Unido ha reducido de forma temporal al 5% el tipo de gravamen para los servicios de hostelería y turismo.
El Impuesto sobre el Patrimonio, desaparecido en países como Italia, Alemania o Reino Unido, en España pasarán a tener carácter indefinido y, además, se aumentará el tipo de gravamen en la escala nacional para los patrimonios más elevados. Una medida que irá acompañada de la modificación del sistema de valoración de bienes inmuebles, lo que posiblemente conlleve cuotas tributarias más elevadas.
Noticias relacionadas:
Las empresas familiares de Baleares critican la subida de impuestos (Diario de Mallorca)
ABEF advierte de que la subida de impuestos "lastrará la recuperación en Balears (Mallorca Confidencial)
ABEF advierte de que la subida de impuestos en España lastrará la recuperación económica en Balears (Canal 4)
La empresa familiar avisa: la subida de impuestos "lastrará la recuperación" (Última Hora)